Dividendos, un aliado en el value investing

Esta entrada es una colaboración de Barón del Dividendo.

En un mundo cada vez más polarizado tanto en la política, la religión e incluso el deporte, la comunidad inversora no se queda rezagada. Los fanáticos de una estrategia de inversión que no solo intentan convencer a los demás de que su estrategia es mejor sino que las demás no son validas, evitan un aprendizaje importante que sirva para ver, desde otro punto de vista, otros métodos de inversión que pueden que no sean aparentemente tan rentables pero que son igualmente válidos.

Tenemos un caso concreto en la estrategia de inversión en dividendos, de la que se magnifican sus debilidades y se ningunean sus fortalezas, pero que demuestra con eficiencia que es una estrategia tan válida como otros tipos de estrategias con mejor prensa.

El hecho de que se destaquen constantemente sus teóricas debilidades hace que muchos inversores destierren pensar en el dividendo y las empresas que lo reparten de su cartera de inversión. Quizás estén cometiendo un error de omisión importante. Algo que, por fortuna, no obvió Geraldine Weiss, la ‘Gran Dama de los Dividendos’, creando la Dividend Value Statergy.

¿Quién fue Geraldine Weiss?

Californiana, más concretamente de San Francisco, Geraldine Weiss nació en 1926. Estudió y se graduó en la carrera de Negocios & Finanzas de la Universidad de Berkeley, influenciada porque sus padres eran también inversores.

Tras a leer todos los libros de inversión de la biblioteca de San Diego, se enfocó en la inversión en bolsa y fueron las obras de Benjamín Graham los que más le influyeron a la hora de asentar las bases de su estrategia de inversión.

Terminados sus estudios, Geraldine Weiss buscó su hueco profesional en el mundo de las finanzas. Sin embargo, en los años 60 la inversión era un ‘mundo de hombres’, por lo que solo le ofrecían trabajos de secretaría. Cansada y hastiada de que el cerraran las puertas, decidió emprender. Creó su propia revista de inversiones ‘Investment Quarterly Trends’ firmando como G. Weiss y así evitando el mostrar que era mujer.  (Fuente: The Telegraph)

Su revista de inversión tuvo un gran éxito debido a que superaba con creces al resto de publicaciones de inversión.  En 1977 reveló, finalmente, su identidad de mujer al mundo financiero. En ese momento, sus clientes inversores ganaban tanto dinero que no les importó que fuera una mujer. De hecho en los últimos 30 años Geraldine Weiss obtuvo una rentabilidad de un 11,2% anual frente al 6,73% que ofreció el S&P 500.

La exitosa estrategia de Geraldine Weiss se basa en utilizar el dividendo como filtro principal para seleccionar empresas. ¿Por qué el dividendo? Porque representa ‘dinero real’ mientras que los beneficios u otros datos pueden ser manipulables, no contener toda la verdad, ocultar detalles importantes o incurrir en vaguedades. El dividendo se paga o no se paga, y si se deja de pagar es por alguna razón de peso.

Pero que una empresa reparta dividendos no quiere decir que sea una elección adecuada para una estrategia de inversión en dividendos o cualquier otro tipo de estrategia. Sin embargo, empresas que mantienen e incrementan el dividendo durante largos periodos de tiempo, sí lo son.

El crecimiento sostenido del dividendo no solo protege de la inflación a la renta percibida, sino que muestra la buena gestión de los responsables de la empresa. Una empresa que entrega un dividendo creciente cada año es una empresa que está siendo bien gestionada, al menos hasta ese momento. Además, si son apoyados por unas ventas y beneficios crecientes hace que su cotización en el largo plazo aumente a un ritmo similar. Es la combinación perfecta y objetivo principal de la estrategia Dividend Growth Investing.

De la misma forma pensaba Geraldine Weiss, que buscaba empresas que hubieran demostrado en distintos ciclos económicos una gran fortaleza que les permitiera mantener o aumentar el dividendo y que además generaran beneficios crecientes.

Criterios de selección de las ‘Blue Chips’

Además de un dividendo sostenible en el tiempo, Geraldine Weiss añadía otros criterios, también exigentes, para seleccionar empresas. Todos ellos iban enfocados a obtener un listado de empresas de gran calidad y fortaleza.

  • 25 años de dividendos consistentes
  • Dividendos crecientes en 5 de los últimos 12 años
  • Beneficios crecientes en 7 de los últimos 12 años
  • Rating mínimo de deuda S&P de ‘A’

Las empresas que cumplían con estos criterios las denominaba Blue Chips, y no la idea convencional de que una Blue Chip es una empresa grande, de peso en su índice y con altos  dividendos.

Además de estos criterios tenía algunos secundarios

  • Al menos 5 millones de acciones en circulación
  • 80% de las acciones en manos de los institucionales
  • Deuda debe ser menor que el 50% de su capitalización
  • Pay-out máximo del 50%
  • La empresa cotiza a un valor en libros menor o igual a 2
  • PER menor o igual a 20

Los canales del dividendo o Yield Channels

Una vez seleccionadas las empresas, solo quedaba elegir el punto óptimo de entrada y de salida. Geraldine Weiss lo hizo de una forma muy simple, que no sencilla.

Weiss observó que la cotización de las empresas oscilaba en un canal formado por las rentabilidades históricas máximas y mínimas del dividendo, llamado en inglés ‘Yield Channel’.

Fuente: Seeking Alpha (FerdiS)

Cuando la cotización estaba cerca del máximo de sus rangos históricos de rentabilidad por dividendo, la acción estaba infravalorada, se acercaba a la línea inferior del gráfico y por lo tanto era un punto óptimo de compra

Por contra, si la cotización estaba cerca de los mínimos históricos de dividendo, la acción estaba sobrevalorada y era entonces el momento de venderla

En la imagen superior sobre la compañía estadounidense 3M, se observa una zona marcada en verde donde la acción está en máximos históricos de rendimiento del dividendo y por lo tanto sería una zona de compra o de entrada en la compañía.

Por otro lado, existen dos zonas en color rojo donde la cotización de 3M supera la parte superior del canal, es decir, el dividendo tiene un rendimiento menor que el mínimo histórico de la empresa. Por lo tanto es una zona de venta de la acción.

La estrategia planteada por Geraldine Weiss es una estrategia ganadora, superior al rendimiento del propio S&P 500 en el largo plazo. Una estrategia value investing basada en los dividendos.

(Tienes su estrategia descrita en el libro Los Dividendos aún No Mienten, de Kelley Wright)

Geraldine no solo rompió las barreras de género en el mundo de la inversión, sino que fue capaz de mezclar dos estrategias normalmente antagónicas para sus seguidores y obtener un rendimiento extraordinario.

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